En la antigua sociedad española, los aleluyas, junto con los romances, estampas, relaciones de hechos y otros papeles populares, abrían a sus lectores una ventana al mundo y al conocimiento. Especialmente gracias a sus imágenes, las aleluyas ofrecían una instrucción rudimentaria a los lectores menos cultos y generalmente iletrados, adultos y niños, que a través de aquellos impresos baratos recibían muchas veces sus primeros conocimientos sobre personajes, hechos históricos, arte, literatura, etc., situados fuera de su panorama vital.
Aquí compartimos unos donde se muestran los distintos juegos que entretenían a los niños a comienzos del s. XIX. Aunque chiquito, lo pueden apreciar mejor y conocer má a fondo estos tesoritos de información en: http://elforastero.blogalia.com/historias/48942#ixzz0ynpI3SD5
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